sábado, 28 de agosto de 2010

Floración


Despertó sobresaltada. En su sueño iba desnuda por la calle seguida por una turba de chicos, colibríes e insectos. “¡Qué absurdo!”, se dijo al sopesar lo inverosímil de la historia, y se metió a la ducha. Mientras el agua fría arrastraba los últimos remanentes de sopor, Diana vio con asombro cómo, al contacto de las manos jabonosas, los minúsculos botones de sus senos comenzaban a abrirse.

Esa mañana camino de la escuela, la joven exhibía orgullosa sus fragantes alcatraces.

Imagen de Diego Rivera: Desnudo con alcatraces.

viernes, 20 de agosto de 2010

Naturaleza viva

―La vida aquí no es fácil ―musitó el árbol más sabio de la isla y mostró a los visitantes sus oscuras cicatrices―. Si no son los temblores que retuercen la tierra desde las entrañas, es la montaña con sus vómitos ardientes o el océano con sus olas devastadoras. Debemos aceptarlo, la Naturaleza es voluble.

Tras escuchar al viejo cedro, los náufragos elogiaron su sapiencia. No podría haber mejor canoa para llevarlos de regreso al continente.

Imagen tomada de la red.

viernes, 13 de agosto de 2010

El diván



El terapeuta observó como el paciente mudaba del verde al amarillo; del azul turquesa al rosa mexicano; del negro a un gris plomizo… Ahora mismo iba en camino de volverse invisible.

—Nada nuevo ―garrapateó en el expediente―: está en su naturaleza camaleónica.

—¡A otro loco con ese cuento, doctor! ―vociferó ofendido.

En ese momento era el monstruo de Gila.

Imagen tomada de la red: Sigmund Freud: El diván para todos.

viernes, 6 de agosto de 2010

Polvo*



Mientras su cuerpo se resquebrajaba entre mis manos, era tarde para sopesar los riesgos de amar a una mujer de barro.


*Segundo Lugar de Junio 2010, La Marina de Ficticia.