lunes, 25 de junio de 2012

Predicar en el desierto*


La famélica y sedienta multitud guardó silencio.

—Creced y multiplicaos en peces, pan y vino —ordenó el profeta.

Las piedras siguieron siendo piedras.



*Tercer lugar en La Marina de Ficticia, Jurado: Marcial Fernández, diciembre 2011.

Imagen tomada de la red.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Pocas cosas tan susceptibles a la interpretación como las palabras del profeta. Saludos.

josé manuel ortiz soto dijo...

Yunuén, eso me hace recordar que, como en las leyes, cada quién las interpreta a su manera y conveniencia.
Un abrazo.