martes, 28 de octubre de 2014

Agujeros


No vio el agujero enorme que había delante de él y cayó los tantos metros maldiciendo la falta de alas. Cuando los paramédicos arribaron al lugar, el hombre ya había muerto. La familia demandó al Municipio, que se lavó las manos con un documento del gobierno anterior. Ahí constaba que el socavón entre las calles Paso de Gato y Saltapatrás fue resanado por Obras y Servicios S. A. de C. V. Citado a declarar, el director de la empresa concesionada manifestó que efectivamente, el agujero al que se hacía referencia en el escrito, no existía. Y para que no quedara duda, mostró las fotografías que avalaban sus palabras. Al ser cuestionado sobre la calidad del material utilizado, agregó que si el hoyo se volvió a abrir fue porque el Municipio, al retrasar los pagos correspondientes, permitió que la temporada de lluvias se les viniera encima. “Además, aquella fue una temporada atípica”.

Cuando el difunto llegó al Cielo, le entregaron en compensación una disculpa y un par de alas de primera.

jueves, 16 de octubre de 2014

Desencuentros


La mujer parpadeó con insistencia. Quizá porque tiene el sol de frente, pensé. Al reducirse la distancia entre nosotros, vi que lloraba. No traía bolso, iba deprisa, ajena a lo que sucedía alrededor. A pesar de la profunda tristeza en su cara, no era fea; la expresión de sus ojos, aunque anegados de lágrimas, le permitía cierta altivez a la que no estaba dispuesta a renunciar. Habría querido conocer por qué su llanto, pero la urgencia por llegar a mi trabajo me impidió dar la vuelta y seguirla.