sábado, 6 de julio de 2013

Fans literaria


Cenaba en compañía de mi mujer y de un pequeño grupo de amigos en un restaurante de comida italiana del centro de la ciudad. De pronto, se acercó a nuestra mesa una mujer quien, muy emocionada, se deshizo en disculpas por no traer en ese momento uno de mis libros para que se lo dedicara. Pero puede hacerlo aquí… La lectora se descubrió un generoso y bien formado pecho izquierdo que, entre vapores de vino tinto argentino y rebanadas de pizza Margarita, me hicieron sentir rockstar. “Anda, Romeo, complace a la dama”, dijo la voz de mi mujer, a mi lado. Anticipando una escena de esas que bien le conocía, obedecí. “Me he dado cuenta que de un tiempo a la fecha, su obra aborda con mayor frecuencia temas de índole erótico, y déjeme decirle que lo hace magistralmente”, agradeció la desconocida, acomodándose el brasier y el vestido. “Cuando la fantasía consigue hacer de una mediocre realidad una obra de arte, estamos, no lo dude, en presencia de un genio”, concluyó mi mujer, volviendo a su lasaña.


Imagen de Ernest Decals: Arte erótico-Mujer-Retrato-Senos.

2 comentarios:

Miguel Díaz Mirón Keusch dijo...

Esas son las consecuencias de escribir y además hacerlo extraordinariamente.
Ya sabes, de ahora en adelante siempre con una pluma en el bolsillo y la mente abierta para esperar lo inesperado.
Saludos.

josé manuel ortiz soto dijo...

Miguel: la escritura que todo lo puede, y lo que no, pues lo inventa.

Va un abrazo.
Gracias por pasar.