jueves, 30 de abril de 2015

Dame un poco de ti


Poco a poco toman forma el volantín y la rueda de la fortuna, las sillas voladoras y el carrusel. Desde las bancas del jardín, un enjambre de niños codiciosos mira los juegos.
—Tengo boletos —dice un hombre recio y tosco, las manos velludas y grasientas; exhibe una sonrisa lasciva de toro—. ¿Quién los quiere?
Cual palomas espantadas por el chasquido del arma del cazador, el grupo de curiosos huye despavorido.
Solo un chiquillo no se mueve de su sitio: su mirar oscuro y andrajoso, hace rato que da vueltas en los juegos mecánicos.


 José Manuel Ortiz Soto, Cuatro caminos, BUAP, 2014.

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