jueves, 24 de mayo de 2012

Un día al azar


El sol se derrite sobre la ciudad. Los autos avanzan lentamente sobre la avenida, por momentos parecen sumidos en un eterno letargo. Este no es un día normal, me digo y busco en la distancia los semáforos del crucero; quizá encuentre ahí el origen de esta tormenta de automóviles y de prisas que se abate sobre esta zona de la ciudad. El rojo, el verde y el amarillo, en su eterna sincronía con el tiempo, parecen ajenos a lo que sucede a su alrededor. Así no llegaré a ninguna parte, me digo y cierro la puerta del apartamento del que todavía no he salido.


Imagen tomada de la red.

9 comentarios:

Las Gemelas del Sur dijo...

Me llevas a entender porque enviadamos a los pájaros, ellos pueden volar libremente.

Besos Calados.

Pedro Sánchez Negreira dijo...

Este micro me atrapa por la transgresión de fondo que plantea, José Manuel. Me parece muy acertada la elección del plano semántico.

Un abrazo,

Mar Horno dijo...

Ese atasco, el calor, la lentitud, me parece un castigo del Infierno, literalmente. Los conductores almas en pena, castigadas por sus pecados. Un abrazo.

josé manuel ortiz soto dijo...

Gemelas, pues volar... aunque sea en sueños.

Un abrazo.

josé manuel ortiz soto dijo...

Pedro, al escribir podemos darnos la oportunidad de trasgredir todo; y, de alguna forma, vivirlo así.

Un abrazo.

josé manuel ortiz soto dijo...

Mar, yo detesto manejar. Uso el auto lo menos que puedo, porque estar en un congestionamiento de autos es terrible. Y con sol, mucho más.

Un abrazo.

Narrativa Cuántica dijo...

No creo que sea sólo el atasco circulatorio lo que le impide salir; es la artificiosidad de ese mundo mecánico, aséptico -¡hasta el tiempo lo pautan los semáforos!- el que invita a dimitir, a inhibirse.
La ciudad como anti-vida.

josé manuel ortiz soto dijo...

Narrativa, creo que a veces tenemos muchos motivos -internos y externos- para no querer salir. Me recuerda una película de Luis Buñuel, El ángel exterminador.

Un abrazo.

Vh swich dijo...

La parte en la que se extiende al desconcierto el origen de los automóviles, es buena.