miércoles, 26 de marzo de 2014

Puesta en escena



RECUENTO

Me casé enamorada, como la mayoría: con los pies en el aire y la cabeza quién sabe dónde, mirando al elegido como a un príncipe azul, o de menos al profesionista que me sacaría de este burdel de mala muerte. Y en cierta forma no me equivoque: ahora solo trabajo para él, y para mi amante.


MEMORIA

Cuando la ausencia toma posesión de los recuerdos, todo se desvanece, aun los espectadores que creían estar ahí.


VACUIDAD

Nada llena el vacío de una casa abandonada. El silencio cenizo —en su andar de polvo— recubre las paredes y los pisos, siempre a la espera de unos pies y unas manos que lo sientan. De su olor intemporal —húmedo o seco— no digo nada: el tiempo es caprichoso y huele como quiere. 


MALABARISTA

La cuerda camina alrededor de su cuello sin perder el equilibrio.


martes, 11 de marzo de 2014

Expiación


Me arrodillé frente al confesor, la cabeza inclinada, la vista en el piso, tal como me había dicho mi instructora de catecismo. 
—¿Es tu primera confesión? 
—Sí —respondí con voz trémula. 
—No tienes por qué tener miedo, no te voy a comer —me animó el sacerdote, su mano apartaba el cabello de mi frente—. Anda, dime todos tus pecados, hijo. 
Así lo hice. 
—¿Te arrepientes de tus actos? 
—Sí, padre. 
—Reza un Padre Nuestro, un Ave María y un Credo —fue la penitencia. 
Al querer ponerme de pie, su mano pesada en mi hombro me detuvo.
—¿Seguro que me has contado todo?
El tono de su voz había cambiado.
—Sí —balbucí.
—Mentiroso: las perrillas en tus ojos te delatan. Anda, abre tu alma y cuéntame lo que viste.

martes, 4 de marzo de 2014

Tánatos


Dicen que a todo te acostumbras menos a la muerte. No estoy de acuerdo. La primera vez que morí, me desquiciaba la urgencia de la sangre por llevarse mi vida, y yo a detenerla. Las otras veces ya no fue lo mismo. Quizá porque la vida se desapega de uno y uno de ella. Por eso, mientras el doctor me advierte que si no sigo sus indicaciones al pie de la letra me llevará la chingada en menos de lo que un gallo canta, lo obsequio con mechones de mi pelo y se me salen las lágrimas de risa.