sábado, 23 de febrero de 2013

No estar en un laberinto*



—Doctor, a veces siento que no estoy aquí.
            El médico aparta la vista del cuadernillo de notas  y comprueba que, efectivamente, el diván está vacío. Pregunta a su secretaria por teléfono si vio salir a alguien del consultorio. La joven —que ignoraba que el doctor había llegado—, abre la puerta del despacho y comprueba que, como creía, allí no hay nadie. Dice consecuente:
            —¿Otra vez de bromista, doctor? —escucha voces en la recepción; agrega―: Creo que ya llegó su paciente.
            Cierra la puerta y sale.
            Desde su sitio al lado del diván, el psiquiatra vuelve a hojear sus notas.
            —… me decía…
            —… que a veces siento que no soy yo…
            —Siempre resulta complicado no ser nadie, señora —dice al vacío que rodea aquella oscuridad absoluta.

*I Antología Triple C, Macedonia, 2012.

4 comentarios:

Juanlu dijo...

Hablando sólo otra vez :)

Un abrazo!

Unknown dijo...

Maravilloso recuento de las voces de la nada.
Gran radiografía del pensamiento.
De no haberlo leído nos lo hubiésemos perdido.
Bravo.

josé manuel ortiz soto dijo...

Juan Luis: constantemente lo hacemos, tal vez porque estamos seguros con nosotros mismos.

Saludos.

josé manuel ortiz soto dijo...

Carlos:
Gracias por la lectura. Siempre he admirado la pintura de Escher y quise intentar algo con palabras.

Va un abrazo.