Cuando el irreverente músico se quejaba de no tener tiempo de cambiar su vida, la tierra se cimbró y, en segundos, quedó sepultado bajo los escombros de la ciudad, junto a decenas de miles de personas.
El tiempo ha continuado su curso inconmutable, pero Dios no sabe todavía cuánto más necesita para cumplir a todos la promesa de resurrección que hiciera sólo a uno.
Imagen tomada de la red, Rockdrigo González, autor de la canción Metro Balderas y No tengo tiempo... (de cambiar mi vida). Fallecido el 19 de septiembre de 1985, durante el terremoto de la Ciudad de México.
8 comentarios:
Las decenas de miles no sé: en principio habríamos de preocuparnos por la resurrección del 'irreverente' músico, si a Dios lo apremia el tiempo temo que el muchacho vaya a estar entre los últimos.
Mónica, sucede que a veces a Dios se le pasa la mano; de alguna forma lo debe de remediar.
Saludos. Un abrazo.
De todos modos los viejos rockeros nunca mueren José Manuel. Aunque este Dios es un poco incomprensible, por no decir otra cosa.
Manuel, así suelen ser los dioses,
qué le vamos a hacer. El mejor homaneje que nosotros podemos hacer a un artista es recordarlo.
Saludos.
Vamos a ver..., ¿me dices que se lo ha prometido a uno y millones de personas se creen lo de la resurección?
Bicefalepena: y si vamos preguntando por el mundo, habrá más millones que se lo creen.
Saludos, un gusto que pases por aquí.
Tu mini me llevo a buscar en YouTube a este artista. Estoy escuchando la canción mientras escribo. Trágico final.
La mayoría de la gente toma la religión al pie de la letra, no la ve como metáfora.
La religión cumple siempre la función que querramos darle Rockdrigo fue un músico subterráneo. Escribió la canción Metro Balderas, que ha hecho famosa a esa estación. Cada año ahí se le rinde homenaje; no recuerdo si se le puso ahí una estatua o sólo una placa.
Saludos.
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