La famélica y sedienta multitud guardó silencio.
—Creced y
multiplicaos en peces, pan y vino —ordenó el profeta.
Las piedras
siguieron siendo piedras.
*Tercer lugar en La Marina de Ficticia, Jurado: Marcial Fernández, diciembre 2011.
Imagen tomada de la red.
2 comentarios:
Pocas cosas tan susceptibles a la interpretación como las palabras del profeta. Saludos.
Yunuén, eso me hace recordar que, como en las leyes, cada quién las interpreta a su manera y conveniencia.
Un abrazo.
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