Se siente caer envuelto en una luz amarillenta y temblorosa; es una piedra que el precipicio acepta sin reparos, el silencio mismo que no cabe en la extensión del grito. Ahora, para poder despertar, es imperioso que el vacío se desborde sobre el precipicio, que el grito, saciado de silencio, estalle.
Cuando vuelve en sí, recostado sobre el asfalto, reconoce que solo ha sido una vulgar lipotimia.
Imagen tomada de la red.
8 comentarios:
Muy parecido al suicidio...
D
Hola, Anónimo:
muy parecido a todo lo que puede rondar en nuestra cabeza y hacernos pensar e imaginar.
Saludos.
Magnífico, José Manuel. La lírica describe un diagnóstico y metamorfosea lo puramente físico en emoción profunda.
Besos a pares.
Hermosa mini, José Manuel, vine a tu blog por lo que me dijiste de los comentarios y me encontré con este poético texto. Me gustó especialmente lo de "el grito, saciado de silencio, estalle" aunque las otras también lo merecen.
Un abrazo, Miriam
Vaya amigo creo que hou repire gratos aromas en tu muro...felicidades y gracias.
Voy a tomar POLVO prestado.
:)
Gemelas, siempre es un gusto que anden por aquí. Las emociones contenidas.
Un abrazo.
Gracias, Myriam, siempre eres bienvenida. Sé que a muchos minificcionistas no les gusta lo poético, pero un poco no siempre hace daño.
Un abrazo.
Adelante, amiga, y gracias por difundir mis textos.
Un abrazote.
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