martes, 24 de enero de 2017

Juicio



A donde quiera que voy, oigo  decir a la gente que bajo la capucha del verdugo se oculta el rostro de un hombre triste y atormentado por sus actos. Nada más lejos de la realidad: por las noches, cuando me despojo de la máscara, sólo veo a mi propio verdugo, que aguarda paciente.

2 comentarios:

Guillermo Castillo dijo...

Por eso estamos a salvo tus lectores.

Saludo colombiano.

josé manuel ortiz soto dijo...

Guiller: quien sabe si seamos también verdugos.

Abrazo.