LUEGO DE HACER el amor nos estrechamos largamente, como faltos de cariño, aceptando que siempre estuvimos solos.
Después de todo, sólo era Auguste Rodin jugando con el mármol a ser Dios .
2 comentarios:
Anónimo
dijo...
¿Y si hubiera implorado a los dioses ese soplo divino, como Pigmalión?
2 comentarios:
¿Y si hubiera implorado a los dioses ese soplo divino, como Pigmalión?
Un abrazo.
Carmen Aguirre
Está bueno este.
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