Mostrando entradas con la etiqueta La mujer del sueño. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta La mujer del sueño. Mostrar todas las entradas

martes, 18 de abril de 2017

La otra Penelopea


A ella jamás se le vio detrás de la ventana con el tejido de la espera sobre el regazo,  celebraba con vino y carne asada, brindando con sus recuerdos de mañana.

Imagen de @reddwalitzki

lunes, 7 de abril de 2014

Historia de un castillo en ruinas


Había en las ruinas de aquel castillo medieval un aire tétrico y sombrío, también algo de esa falsa irrealidad de los sueños que, inconscientemente, se han repetido muchas veces.
―Tras la desaparición de su prometido en campaña, la princesa se recluyó en una almena, donde murió de soledad ―contaba el guía.
La familiaridad de aquella historia me llevó a dar un paso al frente y contradecir al narrador.
―En realidad, la historia sucedió de una manera muy diferente ―dije al grupo de turistas―. Enamorado de una mujer de un tiempo futuro, el príncipe fue en su búsqueda. Aunque fracasó en su empresa, le fue imposible regresar para reconciliarse con su antigua prometida.
Como si lo hubiera despojado de lo más valioso de su vida, el guía de turistas se me quedó viendo, rencoroso.
―Te estaba esperando, maldito ―gruñó, desenvainó su espada y me atravesó con ella. 
―¿Acaso me condenas a morir por robarte un trozo de historia? ―chillé, la vida derramada por el piso.
―¡Tarde o temprano el canalla vuelve al sitio de donde salió! ¿Por qué tendrías que ser tú la excepción?
Cumplida su venganza, el falso guía de turistas, convertido ahora en dragón, se abrió paso entre la multitud.
Nunca imaginé que aquel gigante de fuego al que perdoné la vida, estuviera enamorado de mi fiel princesa.
 

sábado, 24 de agosto de 2013

Tirones


Las palabras son nudos en la punta del cabello por el que su madre pasa un peine estrecho y tira, tira, sin importar sus gestos, primero, luego sus reproches, y al final sus lágrimas; le dice que ser mujer tiene su precio, y consecuencias, que la vida es muy cabrona y para sobrevivir debe aprender a cepillarse bien el pelo y guardar las palabras, que solo son como nudos.

Imagen tomada de la red

sábado, 6 de julio de 2013

Fans literaria


Cenaba en compañía de mi mujer y de un pequeño grupo de amigos en un restaurante de comida italiana del centro de la ciudad. De pronto, se acercó a nuestra mesa una mujer quien, muy emocionada, se deshizo en disculpas por no traer en ese momento uno de mis libros para que se lo dedicara. Pero puede hacerlo aquí… La lectora se descubrió un generoso y bien formado pecho izquierdo que, entre vapores de vino tinto argentino y rebanadas de pizza Margarita, me hicieron sentir rockstar. “Anda, Romeo, complace a la dama”, dijo la voz de mi mujer, a mi lado. Anticipando una escena de esas que bien le conocía, obedecí. “Me he dado cuenta que de un tiempo a la fecha, su obra aborda con mayor frecuencia temas de índole erótico, y déjeme decirle que lo hace magistralmente”, agradeció la desconocida, acomodándose el brasier y el vestido. “Cuando la fantasía consigue hacer de una mediocre realidad una obra de arte, estamos, no lo dude, en presencia de un genio”, concluyó mi mujer, volviendo a su lasaña.


Imagen de Ernest Decals: Arte erótico-Mujer-Retrato-Senos.

lunes, 1 de abril de 2013

Ariadna, tiempo después



Enamorada de Teseo, le dio una espada y una madeja de hilo de seda. Hoy mientras duerme en una cama vacía, sueña con la casta y bravura de su medio hermano.


Imagen tomada de la red.

martes, 21 de febrero de 2012

Mujer con naturaleza muerta


Extrajo de entre las páginas del viejo libro una flor desecada y la asiló en el vértice tibio y húmedo de su cuerpo. La rosa floreció.

Imagen tomada de la red.

lunes, 19 de diciembre de 2011

Pesadilla


Despertó inconsolable: había soñado que aquella mujer era su madre.


Imagen tomada de la red.

miércoles, 1 de junio de 2011

Reconocimientos


Con el corazón desbocado, Laura sonríe satisfecha; le mesa el pelo a su marido. Después de tantos años de vida conyugal, todavía no sabe de qué otra forma agradecer su empeño en la intimidad. Hoy fue el carnicero de la esquina quien la llevó al orgasmo.

Imagen tomada de la red.

domingo, 1 de mayo de 2011

La manzana de Cézanne


I Un día cualquiera en el Paraíso

Apardada de la formción, una hormiga arrastraba con dificultad una enorme hoja de parra. Al pasar debajo del árbol del fruto prohibido, cayó de éste una manzana. Eva se apuró a levantarla, la limpió contra su muslo desnudo y, sonriente, se la ofreció.
―¡Un momento! ―exclamó Adán, apareciendo en escena―. ¿No se supone que debería de ser yo el protagonista de la historia?


II El tiempo se detiene

Enrollada en una rama del manzano, la serpiente saca la lengua y atrapa algunos mosquitos que tuvieron la mala fortuna de pasar por ahí. A unos cuantos pasos de ahí, Dios medita asuntos propios del Creador. Como aquel relacionado con un tal Isaac Newton y su Ley de la gravitación universal, que tendrá lugar en un hipotético siglo XVII, después de Cristo.


III Tentaciones

Entre los dedos de la mujer, la manzana se veía enorme. ¡Seguramente alcanza para alimentar a toda la colonia!, pensaba la hormiga, mientras calculaba su fuerza. ¡Lástima que pese tanto y sólo deba conformarme con su aroma!
La serpiente dijo, yo no quiero; Dios, yo tampoco; Newton continuaba empantanado con sus estudios y no apetecía una manzana.


IV Recomponiendo la historia

Quizás debería volver más tarde con ayuda, se dijo la hormiga.
Inteligente razonamiento, pensó Dios.
La serpiente no dijo nada, pero su conciencia descansó.
Eva, que no estaba ya para cumplir caprichos, consideró el hecho de aplastar al insecto, pero prefirió morder la manzana y compartirla con Adán, que, como bien sabía, era un tragón.
Por primera vez Dios y la serpiente estuvieron de acuerdo.
Newton, que en los planes de Dios era apenas un mal presentimiento, decidió esperar para dar a conocer su famosa Ley.


V Un fresco en la Capilla Sixtina

Aunque le agradaba la idea de pintar aquel pasaje bíblico, Paul Cezanne lo consideró: bastantes problemas tenía ya con su padre y su amigo Emile Zola como para enemistarse también con la Iglesia. Pero podría utilizar aquella fruta harto corriente para pintar algunos bodegones: con ellos conquistaría París.

Imagen Paul Cézanne: Bodegón con manzanas y taza.

sábado, 19 de febrero de 2011

Bajo las sábanas


Con la llegada de la joven y bella sirvienta, supe que mi primera vez sexual era cuestión de tiempo. Un mero formalismo, a decir de mis amigos. Oculto bajo un sueño falso, cada mañana esperaba con ansia el ir y venir de su culo gordo por la habitación; la blancura carnosa de sus muslos, el enigma por descifrar bajo las bragas translúcidas.
Un día, sin embargo, la muchacha no volvió. Al cuestionar al respecto a mi madre, dijo:
―La muy bruta no sabía lavar, ¡ve nomás cómo están de percudidas y agujeradas las sábanas! ¡Que dé gracias que no la demandé!
De aquella malograda aventura sexual, mi hermano Franco y yo aprendimos a lavar la ropa y a tender solos nuestras camas.

Imagent tomada de la red.

martes, 4 de enero de 2011

Otra oportunidad



La vio venir hacia ella y se puso de pie.
—¡Por Dios! —exclamaron a su alrededor.
—Me marcho —advirtió.
—¡Pero tú no puedes caminar! —reconvino una voz en la que creyó reconocer a su hija mayor.
Ya no respondió; tal vez la muerte era otra oportunidad de seguir viviendo.

Imagen tomada de la red.

viernes, 1 de octubre de 2010

Intuición femenina*


La acarició y la besó antes de colocarla sobre la marca de los once pasos. Mujer al fin y al cabo, la pelota percibió lo falso de aquel acto y fue directa a los brazos del portero.

 
Imagen tomada de la red.
*Marina de Ficticia: segundo lugar, septiembre 2010.
Jurado: Carmen Simón.

viernes, 6 de agosto de 2010

Polvo*



Mientras su cuerpo se resquebrajaba entre mis manos, era tarde para sopesar los riesgos de amar a una mujer de barro.


*Segundo Lugar de Junio 2010, La Marina de Ficticia.

domingo, 27 de junio de 2010

Las tentaciones de Penelopea*

Buscó entre la madeja de cuerpos enlazados a Odiseo ausente, pero encontró el suyo propio y cedió a las sensaciones de tantas bocas y tantas manos juntas.

*Ganador del concurso de abril 2010, Marina de Ficticia.
Imagen: Alejandro Zenker:

sábado, 19 de junio de 2010

Bandeja de plata*


Cubierta apenas por la transparencia vaporosa del velo de seda, Salomé se contonea grácil y sensual. Percibe su cuerpo mancillado por miradas desbordadas de deseo, ávidas manos que la alcanzan y se funden al contacto de su intimidad; siente el fuego de una lengua que lame persistente su entrepierna. “¡Juan!”, susurra, gime entre la marejada de contracciones que la inunda…

Un rato después, Herodes, el viejo lebrel afgano que rompiera el cuello a su difundo esposo, devora complacido su ración de croquetas.

Imagen: Danza del vientre-diamante, tomada de la red.

lunes, 22 de marzo de 2010

Hijo de puta

A sus ojos, aquella mujer era una santa.


Imagen: Homenaje a Toulouse-Lautrec, Chaz Maviyane-Davies

martes, 16 de marzo de 2010

Diálogo

—PUEDE PARECERTE UNA locura, lo sé, pero estoy feliz de perder contigo la razón –respondió la imagen reflecta en el espejo.

miércoles, 3 de febrero de 2010

Equivocación

No era  la mujer del sueño la que me despertó,  era tan solo una curiosa que andaba por ahí soñando también.

lunes, 25 de enero de 2010

El abrazo

LUEGO DE HACER el amor nos estrechamos largamente, como faltos de cariño, aceptando que siempre estuvimos solos.
Después de todo, sólo era Auguste Rodin jugando con el mármol a ser Dios .

viernes, 22 de enero de 2010

Espera

SIEMPRES SUPE QUE vendrías pero no sabía cuándo. Por desgracia a veces debo cumplir con obligaciones tan banales como salir a pagar el recibo de la luz o del gas, ir a la Tesorería por lo del impuesto predial o el agua… Del teléfono mejor no hablo, ya no recuerdo ni cuándo lo cortaron. Creerás que no sé que la gente murmura de mí, que hay vecinos que se acercan disimuladamente a mi puerta en busca del característico olor de la putrefacción y que, al no encontrarlo, se apartan desilucionados. ¿Pero qué se puede hacer con los demás cuando uno mismo es incapaz de tomar el control de su vida? (¿Molestarse? ¿Informar a la Administración? ¿Levantar un acta por acoso visual u olfativo?) Al menos reconozco que si no me alcanzó para ser hijo o hermano aceptables,  mucho menos habría servido para ser buen padre. La otra tarde… (¿O quizá era de noche? ¡En esta penumbra pierdo fácilmente la noción de la realidad! Además, ¿qué demonios es la realidad?... Mejor ahí la dejamos.), la otra tarde, te decía -¿o me lo decía yo mismo?-, no sé por qué arte o medio supuse que vendrías, que no eras sólo una ilusión rondando mi cabeza, un trozo de sueño que no acabé de espantar. Y así, convencido de mí y de ti, me dispuse a esperar tu llegada. Hay quien se pasa la vida esperando sin saber qué o por qué o para qué, sólo dándole vueltas al asunto pero sin sacar conclusiones. Yo tengo la suerte de saber que es a ti a quien espero, que tu espera se ha vuelto mi vida misma, y tú mi principal objetivo. Si supiera  cuándo habrá de terminar esta larga espera no lo soportaría, estoy seguro; es por eso que cada vez que conversamos te pido, te suplico, te exijo, no menciones fechas, que no me obligues a ser parte de convencionalismos de los que siempre, por fortuna,  he huido. La libertad, la imaginación, el libre albedrío, son mejores opciones, no tengo ninguna duda. Por eso, aunque ya estés aquí a mi lado, aún te espero…