Ella no era la misma, y yo lo sabía. Iba por la casa con ojos que no acababan de mirar. Y entre la incomodidad de sus largos silencios, a veces asomaba amenazante su rechazo a seguir viviendo. Sería con la llegada de los vientos alisios, sin embargo, cuando comenzó a desmoronarse. Incapaz de soportarlo, esperé el siguiente ventarrón y me fui tras ella.
11 comentarios:
A veces el invierno pasa y arrasa con todo. Las flores del campo mueren y a veces las del alma. Gracias por tu micro.
...Pero si las raíces son fuertes, todo vuelve en primavera, decía cierto jardinero.
Micro romántico: un placer leerlo.
Saludos!
Bien por tu personnaje josé Manuel, agotados los recursos, así procede el amor.
Las imágenes geniales. Yo le pondría el pero del ritmo. No sé por qué pero al principio me suenan las frases iguales. Pero es por ser un poco puntilloso, el resultado me gusta mucho.
Un saludo, José Manuel.
Manuel: en esta vida todo es cíclico; esperemos que, de haberla, en la otra también. Gracias por la visita.
Así es, Mónica. Ahora resulta que hasta hay peces que durante meses "duermen" en la tierra, a la espera de las próximas lluvias.
Un cariñoso abrazo.
Patricia, el amor tiene la cara que querramos ponerle, por fortuna.
Abrazos.
Alberto, me gusta tu observación, vamos a trabajar en ella. Me gustan esos textos que no se están quietos, que siempre que vuelves a ellos hay algo que mover.
Un abrazo.
Gracias a esos vientos, desde brisas a vendavales, son capaces de mover los ánimos y ventilar sentimientos.
Encantador micro-relato.
Saludos a pares.
No lo sé, Manuel, este texto me resulta algo soso con respecto a lo que estoy acostumbrado a leerte. El final me parece interesante, pero siento que sobra semejante introducción. Abrazos.
Gracias, Esteban. Buscaré la manera de activarlo un poco.
Saludos bicenterarios desde México.
Hermoso su micro Manuel.
Gracias por compartirlo.
Abrazo con viento.
Gracias, Rosio. Y esperemos que los vientos (y el tiempo) no nos desmoronen. Ya sabes, un cálido abrazo.
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