domingo, 11 de diciembre de 2011

Sacrificios


En un último intento por revertir la densa oscuridad, el supremo sacerdote se clava el cuchillo en el pecho. Un rayo de luz asoma a sus ojos moribundos.


Imagen tomada de la red.

4 comentarios:

Javier Ortiz dijo...

Me pareció evocador tu micro, José Manuel. Con las puerta abiertas para imaginar lo que pasó antes (al menos a mi así me parece).

Saludos.

Las Gemelas del Sur dijo...

Tendría que haber esperado un poco más y el eclipse habría terminado.

Besos a pares.

Leonardo Dolengiewich dijo...

Hola José Manuel!
Estuve recorriendo tu blog y me gusta mucho lo que hacés (tanto lo que he visto acá como lo que he visto en Triple C).
De paso, te invito a leer mi blog:
mepodesleeraca.blogspot.com
Un abrazo!

josé manuel ortiz soto dijo...

Leo, el gusto es mío.
Desde luego que paso a visitarte.

Un abrazo y los seguimos leyendo.