Cuando informaron al gobernante de aquel país en medio de la nada que el enemigo público número uno había conseguido escapar de la cárcel de máxima seguridad a través de un túnel kilométrico, montó en cólera. Luego, algo más calmado, tuvo una gran idea: ¿y si él usaba el mismo medio para salir de los problemas en que se había metido? Comenzó a cavar y escondió la cabeza.
1 comentario:
Bichos raros y por doquier. Saludos.
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