Vine
a San Miguel de Allende en busca de la paz que tanto necesitaba, esa paz que nunca
tuve en mi eterno ir de aquí para allá por el mundo. En mi trabajo, servir a tu
país es más de sacrificios que de compensaciones. Cuando llega el retiro, y con
él la hora de borrar el pasado y comenzar de nuevo; en un instante eres nadie. Fue
entonces que una voz en mi interior me dijo: “Vete a San Miguel de Allende, Guanajuato,
allá está tu destino, allí siempre tendrás a la mano todo lo que quieras. Y si
la nostalgia te acosa, habrá cientos, miles de tipos como tú en el parque, en
el café, en el restaurante en que te metas. No seas güey, Johnny, ya no lo
pienses tanto. Vete a San Miguel y vive como rey. Yo sé lo que te digo…”.
Green,
Johnny, “el Fantasma”, Memorias de un ex
agente de la CIA que se jubiló con horrores.
No hay comentarios:
Publicar un comentario